Conocimientos básicos sobre telescopios
¿Cuál es la estructura de los telescopios?
Están compuestos por un sistema óptico, una montura, un trípode y los oculares. Aquí encontrará más información sobre cada componente individual. La diferencia más notable reside en el diseño: sobre todo se distingue entre telescopios de lentes (refractores) y los de espejos (reflectores). Por su parte, cada uno de estos diseños se divide en diversos subtipos.
¿Telescopio de espejos o de lentes? ¿Schmidt-Cassegrain o Maksutov? A quien le asalten estas difíciles preguntas a la hora de comprarse un telescopio, debería informarse antes sobre las ventajas e inconvenientes de cada diseño.
Telescopio refractor de lentes:
- Acromático Fraunhofer: principio clásico de un refractor pero con aberración cromática.
- Apocromático ED: refractor de doble o triple lente con una lente ED que reduce la mayoría de las aberraciones cromáticas y asegura el máximo contraste. Entre estos refractores hay ópticas de triple lente con una corrección muy buena que compensan la aberración cromática y la curvatura del campo visual y, por lo tanto, son excelentes para la astrofotografía.
Telescopio reflector de espejos
- Reflector Newton: telescopio clásico al estilo diseñado por Isaac Newton con un espejo principal y otro secundario. Es un sistema muy sencillo pero eficaz.
- Maksutov-Cassegrain: sistema compuesto por 2 espejos, principal y secundario, y una lente correctora de menisco.
- Schmidt-Cassegrain: similar al Maksutov pero con una placa Schmidt delante de la óptica, en lugar de una lente correctora, para compensar los errores de la imagen.
En lo que respecta a características ópticas como la apertura del objetivo y la distancia focal: cuanto mayor es la apertura del tubo, más luz capta. Esta característica suele ser más importante que la distancia focal, a partir de la que se calculan los aumentos del telescopio.
Un buen refractor ofrece una imagen bonita y rica en contrastes, porque no hay ningún componente presente en la trayectoria de la luz que pueda proyectar sombras y reducir la cantidad de luz captada (cosa que sí ocurre en los telescopios de espejos). No aparecen los denominados picos y los cúmulos estelares abiertos se ven bien definidos y muy estilizados. Por otro lado, estos telescopios normalmente solo se fabrican con diámetros pequeños porque, de lo contrario, pueden acabar siendo inmanejables y demasiado caros. Además, muchos refractores de focal corta pecan de aberración cromática.
Por contra, los reflectores presentan diámetros muy grandes, motivo por el que captan tanta luz, algo esencial para determinados tipos de observación, por ejemplo, del cielo profundo. Si comparamos un refractor y un reflector con la misma apertura, el reflector suele ser más asequible.
Hablemos ahora de monturas: se dividen entre astronómicas (ecuatoriales o paralácticas) y sencillas (acimutales). Las primeras sirven para prácticamente cualquier tipo de observación astronómica, ya que permiten que el telescopio gire sobre un solo engranaje y compense la rotación de la Tierra, con lo que los objetos celestes se mantienen bien encuadrados.
Las monturas acimutales son más sencillas en su diseño y manejo, pesan menos y están especialmente indicadas para la observación terrestre durante el día.
Algunos telescopios están equipados con control GoTo, que sirve para alinear el telescopio de forma totalmente automática con alguno de los miles de objetos celestes almacenados en un ordenador integrado con tan solo pulsar un botón.